noche estrellada
me quedo
solo
en este lugar
soñando
suspendido
conjurando
el amado
hasta ya
desconocido
espíritu dulce
varonil
pestañas largas
rizadas, negras
ojos oscuros tanto,
como el instante
poco antes
del amanecer
piel dorada
de brazos, manos fuertes
suaves, brillantes
llenos de una sensualidad
a estallar
labios tiernos
hambrientos
listos
a agotar
húmedos alientos
cálidos de pasión
desde dos pechos
desnudos
retorcidos por deseo
se oy’ el ritmo puntuado
golpeando
musical
latidos caóticos
de corazones
añorando
toda
posibilidad
yo te busco
amado mío
en el crepúsculo
matinal
hasta ya
desconocido
espíritu dulce
varonil